Es el Parmigiano elaborado con leche de vacas Rosse Reggiane, raza que puede presumir del título de «mamá» del Parmigiano Reggiano; de hecho, el Parmigiano nació hace más de 800 años en los conventos benedictinos de este territorio, donde los monjes utilizaban precisamente la leche producida por las Vacche Rosse.
La leche de las Vacche Rosse reggiane tiene un alto porcentaje de caseína y excelentes propiedades para la caseificación, características que la hacen ideal para la producción de Parmigiano Reggiano, pero, dado que las Vacche Rosse producen mucha menos leche que otras razas, con el tiempo se ha abandonado su cría.
Para elaborar un kilo de Parmigiano se necesitan nada menos que 14 litros de leche
Solo recientemente, gracias a la tenacidad de algunos ganaderos, se ha creado un consorcio específico para proteger esta raza y, finalmente, el Consorzio delle Vacche Rosse ha vuelto a producir este excepcional queso parmesano.
El Parmigiano Reggiano obtenido de la leche de las Vacche Rosse El Reggiano posee algunas características cualitativas que lo diferencian del Parmigiano Reggiano tradicional y lo hacen más digerible.
La producción del Parmigiano Reggiano Vacche Rosse está sujeta a una normativa muy estricta: las Vacche Rosse se alimentan únicamente con productos naturales, es decir, heno, hierbas y piensos certificados sin OGM, con prohibición absoluta de cualquier técnica alimentaria que sirva para forzar la producción y prestando la máxima atención al bienestar animal. Por eso, en los establos todavía se encuentran animales que superan tranquilamente los 10 años de edad, algo muy poco habitual en otros tipos de ganadería.
El resultado es un Parmigiano Reggiano DOP que, a pesar de su larga maduración, mantiene un sabor dulce, delicado y persistente. Se reconoce fácilmente por su característico color amarillo pajizo, la elasticidad de su grano y su aroma intenso pero delicado.