Hay una imagen que nos viene inmediatamente a la mente cuando hablamos de setas: la del hongo porcino, protagonista indiscutible de la cocina italiana. Entre las variedades más apreciadas del mundo, destaca sin duda el preciado hongo porcino de Borgotaro IGP, símbolo de una tierra rica en historia y sabores. Nacido en los bosques «secolari» (seculares) de hayas y abetos de los Apeninos, en zonas protegidas y vírgenes, este hongo se celebra cada año con fiestas populares que narran su valor en la tradición gastronómica de Parma.
El hongo porcino de Borgotaro IGP es conocido por su intenso aroma, su sabor rico y armonioso y por su capacidad de evocar con cada bocado el encanto de los bosques italianos. Para los chefs de todo el mundo es un ingrediente muy apreciado, capaz de realzar cualquier plato, desde el entrante hasta el plato principal, gracias a su versatilidad. Incluso en las preparaciones más sencillas, como salteado con aceite de oliva virgen extra, ajo y perejil, ofrece una experiencia gustativa memorable.
Las setas porcini italianas se prestan a numerosas recetas, desde las más tradicionales hasta las más creativas. El risotto con setas porcini es un gran clásico que nunca defrauda, al igual que las salsas preparadas con setas secas, calabaza y avellanas, perfectas para untar en pan o para condimentar pasta casera. Los porcini también se pueden utilizar para cremas, tartas saladas, lasañas vegetarianas o incluso para crear originales muffins salados. Una vez descubiertos, es difícil prescindir de ellos.
Además de las setas, la trufa italiana es otra protagonista por excelencia de la cocina. La trufa negra y la trufa blanca aportan un toque elegante y decidido a cualquier plato, tanto en su versión fresca como en forma de cremas, salsas o aceites aromatizados. Su aroma inconfundible y persistente enriquece con refinamiento e intensidad los risottos, los huevos, las carnes y los quesos.
Cada propuesta de la selección ParmaShop es el resultado de una cuidadosa búsqueda entre los mejores productores locales. Las setas porcini secas, deshidratadas de forma natural, conservan intactas todas sus propiedades organolépticas, ofreciendo un producto auténtico y de altísima calidad. La trufa, recolectada siguiendo prácticas tradicionales, representa una de las joyas más preciadas de la cocina italiana.